Sobre mí

Mi nombre es Judith Gelfo, corrían los años 60, casi podría decirse que nací entre dientes, de una madre inquieta y de gran tesón, empeñada en poner orden hasta en la boca, que se dedicó a la ortodoncia, y de un padre curioso, estudioso e innovador que se dedicó a la cirugía, y fue uno de los primeros odontólogos en aplicar la hipnosis, homeopatia, y en realizar los transplantes dentales.

Ambos profesores universitarios, con consultas en casa, y extensión docente, que hacían del salón centro de clases y de grandes tertulias. Quedan como muestra bellas fotografías en blanco y negro de doctores vestidos de señores con grandes hombreras y de doctoras vestidas de señoras con curiosos cabellos cardados.

Por allí pasaron muchos ilustres de la profesión dental y también de otras, también se reconocen caras curiosas que después, asi es la vida, fueron mis tutores y profesores.

Ya lo ves, el mundo es redondo, y todo nos encuentra

Recuerdo tardes como ‘ayudante’ de mi padre en las cirugías, sujetando una gasa a su lado, con unos guantes que excedían ampliamente mis diminutas manos, o mirando los ‘conejitos’ que mi madre hacía correr en el sistema del famoso torno.

Fue época en la que se paso de trabajar de pie, con el torno a pedal a la turbina, de mezclar la amalgama de plata con mortero y pilón y estrujar el exceso de mercurio en la pequeña gamuza, de poner arsénico para matar el nervio a las endodoncias, de obturaciones en materiales de dudosa estética a los primeros composites de mezcla, de impresiones con godiva a los alginatos. Alli crecí, de congreso en congreso. Con el olor del acrílico en las tardes de sábado mientras mi madre confeccionaba los aparatos de ortodoncia, y entre hilos y gasas enhebrando y enrollando las agujas que mi padre utilizaría en las cirugías.

Siempre tuve claro que quería ser odontóloga, y también maestra y… decía los lunes, y martes doctora.

Heme aquí, soy docente, lo fui en la Universidad, y lo soy en privado ahora, soy odontóloga, quedó en el camino lo de ser doctora, aun estoy a tiempo!!!!

Crecer en una época tal, en aquella Argentina, y rodeada de espiritus inquietos, me hicieron tomar contacto temprano con áreas y especialidades no convencionales, nacientes, o de reciente introducción en occidente.

Ver desde pequeña tratamientos con hipnosis, cirugías y otras historias, crecer con acupuntura, homeopatia y terapias naturales, hicieron que las considerara como práctica habitual orientadas a la salud. Y de allí que la introducción de las mismas en el área de la odontología o de la salud bucal, fuera el camino natural.

En el andar aterricé en Madrid, y después de algunos años, y cambios en la vida, decidí abrir mi propia consulta, asi nace el Centro de Odontología Holística.

Decidida a incorporar aquello que había aprendido, aquello con lo que había crecido y vivido.

Desarrollé estudios en Europa y Estados Unidos. Decidida a compartir lo aprendido, desarrollé seminarios de formación e invité a España a muchos de mis profesores, realizando el primer curso de acupuntura odontológica, el primer curso de terapia neural para odontólogos, el primer curso completo de kinesiología médico-odontologica, el primer curso de formación en aceites esenciales para odontólogos, el primer curso en homeopatia odontológica…

Luego surgieron las sociedades, y se organizaron las enseñanzas de otra forma.